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Las hormonas sexuales son químicos fabricados por los ovarios y otras glándulas y tejidos. Estas hormonas son transportadas, generalmente en el torrente sanguíneo, para activar funciones en tu sistema reproductivo y otras partes de tu cuerpo. Ya que son liberadas y sus niveles suben y bajan, las hormonas sexuales controlan muchos cambios físicos a lo largo de tu vida y, a veces, causan subas y bajas emocionales, como por ejemplo sentirse más irritada antes del período, o angustiada después del parto por algunos días o más, si experimentas depresión pos natal. El estrógeno y la progesterona son las más poderosas de las llamadas “hormonas femeninas”, pero los ovarios también producen testosterona, la “hormona masculina”, que afecta la libido (o conductor sexual), la tonificación muscular y el crecimiento óseo.
Las hormonas sexuales activan tu sistema reproductivo para desarrollarse durante la pubertad. Controlan tu ciclo menstrual, preparando tu cuerpo cada mes para un potencial embarazo. Las hormonas ayudan a tu cuerpo a llevar ese embarazo hasta el parto y a amamantar al bebé.
Después de la pubertad, el estrógeno continúa siendo sumamente importante porque ayuda a mantener la salud del corazón, huesos, vejiga, pechos, útero y vagina. Trabajando con progesterona y las hormonas LH (hormona lutenising) y FSH (hormona de estimulación folicular), continúa controlando tu ciclo menstrual hasta que quedas embarazada, cuando HGG (gonadotropina corionica humana) sale a la luz. HGG es producido por la placenta y alienta a los ovarios a producir el suficiente estrógeno y progesterona para soportar el embarazo.
Después del parto, el nivel de hormonas baja, señalando más cambios, como a tu útero, que se encoge nuevamente a su forma usual. A medida que llegas a la menopausia, tus niveles de hormonas descienden hasta que finalmente dejas de producir huevos y de tener períodos.
Se trata de una causa orgánica llamada enfermedad de Le Peyronie. La misma es una afección que provoca el desarrollo de tejidos fibrosos en los cuerpos cavernosos del pene con depósito de calcio.
Los síntomas más importantes son dolor durante la erección y curvatura del pene.
En algunos casos la desviación puede ser tan importante que incluso impide la penetración. Esta enfermedad evoluciona por brotes y es frecuente que se detenga y no avance aunque no se efectúe ningún tratamiento.
Para tratarla se recurre al uso de corticoides locales, la radioterapia o la cirugía.
El punto G, es buscado todavía por la ciencia que investiga si este realmente existe o es algo a nivel Psicológico, después de medio siglo de su descubrimiento los científicos no encuentran la zona dónde realmente está este punto, se sabe que es en la vagina de la mujer y que es un punto erógeno, el cual es capaz de provocarle a la mujer el mayor placer.
Se hizo un estudio a mas de 1800 mujeres todas ellas gemelas del mismo óvulo y se esperaba que si una de ellas tenía el punto G la otra lo tendría en el mismo lugar ya que son genéticamente iguales, pero se descubrió que no era así, por eso para los científicos esto sigue siendo todo un dilema.
Se puede decir que más que un punto es algo sugestivo en cada mujer algo que se puede sentir pero que realmente no tiene una ubicación certera, mientras tanto los estudiosos siguen buscando al famoso “punto G” toda una incógnita para los seres interesados en el tema.
Debido a varios complejos y a la diferencia que dejan en el cuerpo los partos, por lo general muchas mujeres recurren a las cirugías intimas para que su parte más intima vuelva a su estado original.
Ahora sin embargo no solo las mujeres solicitan estas cirugías sino que los hombres también las piden, y es que estas cirugías suelen ser la solución de problemas que se han dado por mucho tiempo y pueden levantar la autoestima de quien se las practica.
En los centros estéticos donde se hacen todo tipo de cirugías ya esta es una de las principales cirugías que se practican.
Algunos casos de operación de este tipo no son solo por estética también pueden darse cuando está en peligro la salud.
Cuando pueden afectar su vida intima y están en posición de cargar con los gastos de estas cirugías es mejor que las hagan por su bien personal. Muchas veces la naturaleza no apremia a las personas con la estética corporal que quisieran por eso las cirugías en estos casos dónde la vida de pareja puede estar afectada suelen ser la salvación, siempre y cuando también nos pongamos en manos de un especialista con mucha responsabilidad y seriedad en su trabajo.