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Caramba, tres de cada diez españoles dicen que no están satisfechos en su vida rival. Esto se desprende del Estudio Epidemiológico para la detección de Disfunciones Sexuales en pacientes de Atención Primaria, que concluyó en julio de 2009, efectuado entre 3.600 hombres de entre 18 y 95 años, que acudían a consultas médicas en 720 centros de toda España.
Llendo más lejos, el 91% de los españoles asegura tener interés en mantener relaciones; un 65% dice tenerlas con regularidad, si bien más de la mitad -el 54%- confiesa que esta frecuencia es “insuficiente”.
En cuanto a la frecuencia, tan sólo un 24,5% afirma mantener relaciones varias veces por semana, mientras que un 41,5% declara una frecuencia de 2 a 3 veces por mes y el 31% menos de una vez al mes.
Hay muchas formas de seducir. Tantas como personas. Pero hay sin duda cuatro claves para lograr el éxito.
1) El Optimismo (la capacidad de ver y juzgar los sucesos desde un punto de vista positivo)
2) La seguridad (tener el aplomo necesario ante cualquier circunstancia)
3) La autoestima (quererse, hablar con uno mismo, estudiarse y entenderse)
4) Tener la habilidad para manejarse en la vida (sacar partido de las experiencias vividas y aprender de ellas)
El agua salada no es precisamente el mejor amigo de vagina.
Lo peor es el factor arena. De alguna forma, pese a que sean cuidadosos, la arena terminará ingresando en algunos lugares.
Siempre es buen empezar las cosas fuera del agua. Incluso aunque parezca un contrasentido, en la arena es mejor.
Si va a optar por una playa pública sea consciente de que esto es ilegal asi que mantenga los ojos abiertos durante el acto.
Muchas veces los hombres se piensan que es sólo pasar la lengua. Es un error. Una vez encontrado el clítoris deben trabajar entre las 10 y las 2, o sea mover su lengua en sentido horario de una hora a la otra.
Sabido es que el estar arriba es sinónimo de tomar el control en la relación sexual. Es por eso que hombre y mujer suelen disputarse ese honroso placer.
Una de las formas más sencillas de repartirse esa posición es jugar una competencia. ¿Qué cuál sería?
Sencilla, apostar a ver quien puede acabar en la parte superior con mayor frecuencia.
Claro, sin dudas estamos en presencia de un juego en el que todos ganan.